
Andrea Bocelli
La música es una mística expresión religiosa unida a la perfecta omnipotencia. Su poderosa voz concede orden al desorden, alegría a la amargura, luz a la borrosidad, suavidad a la aspereza, medicina al padecimiento, paz al caos, milagros a la cruenta realidad... Como señaló Aristóteles, cambia el carácter moral del alma. Por ello, lejos de objetar o envilecer, los mortales rendimos servilismo y pleitesía. Y la música, como toda una expresión religiosa mística y omnipotente, aun sabiendo la vulgar rareza de la naturaleza que somos, desde todo rincón y con cada pulgada de su inconmensurable e incorruptible amor, nos absuelve una y otra vez. Nos constituye en seres condenados a la ventura. No por coincidencia, el arte de los sonidos promueve toda clase de súplicas y oraciones al pervertir las zonas más íntimas de nuestra psique y corazón.
Son los estímulos recibidos alguna vez por el inconsciente, esos que pueden ahogarnos de ardor, los que suelen despertar un todo. Los que suelen despertar ni más ni menos que la fuerza incontenible de un deseo. Ya se alimenta al éxito. Abrazarlo, la culminación de un proceso y la inmediata apertura de otro. Sin embargo, todo gran éxito esconde una gran herida. En su búsqueda, mayormente larga y con vicisitudes, también se abraza la de este otro cariz. Importado previo o durante esa búsqueda del éxito, deja una indisoluble y pesada marca por cierto. No por nada, muchos nutren la esperanza de que hay esperanza al aferrarse a su medicina. A su milagro. A su deseo. Ese que justamente alguna vez los habría de salvar de la oscuridad. Por tanto, la laceración que oportunamente se colase pasa a gozar de una especie de amnesia selectiva. O bien, se contagia del síndrome de Estocolmo. Se alinea con cierta benevolencia detrás de ese providencial deseo de la que un buen día el protagonista se enamoraría...
Si de especímenes ideales de estos juicios se trata, inequívocamente, Andrea Bocelli se representa como uno. Cuando niño, en los momentos que quebraba en llanto, tan pronto oía una ópera o canción su fisonomía viraba radicalmente. Quedaba hipnotizado por los gritos de ídolos genéticamente esclavos del país líder en la disciplina: Enrico Caruso, Mario del Monaco, Luciano Pavarotti, Franco Corelli... De allí que la tristeza se desvaneciera. De allí que el alivio y el regocijo lo cobijaran. Pero por sobre todo, de allí que un milagro lo encontrara. Porque con el estímulo de la música determinaría su deseo. Ese con el cual hallaría una suerte de indulgencia por parte de su gran herida. Una herida que lo expondría con discapacidad ocular en tiempos de gestación. Con su embarazo en curso, los médicos diagnosticarían glaucoma congénito; una patología que más temprano que tarde lo cegaría por completo. Con violenta insensibilidad, estos recomendarían abortar. Mofándose de ello, los progenitores apostarían por el sí. Traerían a un agobiado. Un agobiado cuya anatomía alumbraría sin la necesidad de un par de ojos. Un agobiado que contemplaría lo que en otros sería menester el sentido visual. Llegada la ocasión, ofrendaría un halo de amor y confianza con el favor de sus cuerdas; con el favor de su principal don. En los creyentes como en los incrédulos. En los afortunados como en los desdichados. Sin margen para estimar razas o sus credos, haría de su fiel lesión una de las varias razones de su fogosa y sentimental bandera. Le otorgaría con la gratitud de los humildes y la fe de los piadosos, cuerpo, alas y resplandor a su destino. La historia de Andrea Bocelli, ese iluminado tenorista liberado por y gracias a la divina y omnipotente religión musical, arranca de esta manera...

A los 6 años, empezaría a estudiar piano y posteriormente flauta, saxofón, trompeta, trombón, guitarra y batería. Su niñera le regalaría un disco de Franco Corelli y en respuesta a ello se interesaría en seguir la carrera de tenor. A los 7 años ya reconocía las voces famosas de la época, y trataba de imitarlas.
Hijo de Alessandro y Edi Bocelli, Andrea nacería el 22 de septiembre de 1958 en Lajatico, un pueblo de la campiña de la Toscana, Italia. A los 12 años, por un golpe en la cabeza en un partido de fútbol perdería el poco dominio óptico que poseía. Decidido a que tal desgracia no destruyera la conquista de ese sueño, se recetaría dosis de sus tónicos preferidos: ofrecería pequeñas actuaciones en celebraciones familiares entretanto educaba su voz con el profesor Luciano Bettarini. A los 14 años ganaría una competencia para adolescentes. No obstante, al terminar la preparatoria, y sin descuidar su pasión, se anotaría en la Universidad de Derecho de Pisa -se graduaría de licenciado y ejercería por un año-. Con inmaculada obediencia se organizaría para compatibilizar las jornadas académicas con las de canto, por aquellos días dictadas por el maestro y tenorista Franco Corelli, quien se complacería al escucharlo por primera vez durante una de las clases; clases que costearía por sus actuaciones en bares y otros comercios. Andrea Bocelli configuraba lentamente su apariencia como músico y cantante.
Notoriedad
Corría el año 1992 cuando la estrella del rock y blues Zucchero invitaría a Luciano Pavarotti a interpretar Miserere, una canción de su autoría que luego el toscano pegaría a su primer álbum de estudio. Para demostrarle a Pavarotti que era una obra elaborada a la medida de su talla, habilitaría un casting entre tenores con el objeto de grabar el tema y llevárselo a modo de prueba disuasoria.El concurso acusaría a Andrea Bocelli de ganador. Pavarotti al escucharlo se evidenciaría tan impresionado que proclamaría: "¿Quién es este compañero? No podría hacerlo mejor. Ustedes no necesitan de mí". Al final, Zucchero convencería a la gloria italiana para que grabara la canción con Bocelli, con quien forjaría un intenso lazo, y para 1993 el ignoto cantante se acoplaría a Zucchero en su gira por Europa.

Para el Festival de la Canción de San Remo de 1995 -finalizaría cuarto- entonaría Con Te Partirò (de Francesco Sartori y Lucio Quarantotto), a la postre una de sus más celebérrimas canciones. Hacia 1996, cantaría en inglés (una parte) una nueva versión de esta canción junto a la soprano Sarah Brightman: Time To Say Goodbye. En Alemania, por ejemplo, se convertiría en el sencillo más vendido de la historia. Otra versión, en este caso con Brightman cantando en alemán y Bocelli en italiano, vendería más de 12 millones de copias en todo el mundo. Hacia noviembre de 1995 se integraría Con Te Partirò al álbum Bocelli, el segundo, el cual se acreditaría cuatro Discos de Platino en Alemania, cuatro en Suiza, dos en Holanda, y uno en Austria.

En 1997 despacharía Romanza, un álbum recopilatorio que comprendería a Vivo Per Lei. Compuesta por Gatto Panceri y Valerio Zelli, esta canción la cantaría primitivamente en 1995 junto a la colega Giorgia Todrani y para el álbum Bocelli, su segundo trabajo de estudio.
Irónicamente, esta poesía musical no recogería el calor de la gente; tampoco puestos de privilegio en el ranking de ventas pese a conseguir un premio en el verano. A raíz de una enmienda en su texto y título ("Per Lei"), y que sonara en bares y karaokes, Vivo Per Lei se iría estableciendo como una pieza constitutiva de la música moderna italiana En 1996, Bocelli se combinaría con la española Marta Sánchez para una entonar una variante en español: Vivo por ella. Existe otra con la colombiana Sara Tunes...
Efectuaría en ese 1997 más de una veintena de conciertos en Alemania. Confeccionaría Viaggio Italiano (para Italia en 1996), su primer álbum clásico. Disco de Platino en casi media docena de países, entre ellos Argentina. Incluiría arias de óperas -fragmento operístico cantado por voz solista y con o sin soporte de cuerdas- y famosas canciones napolitanas.

En febrero de 1998 haría su acercamiento al teatro. En el Comunale de Cagliari y con la dirección de Steven Mercurio, encarnaría al personaje de Rodolfo en La Bohème (de Giacomo Puccini).


El 31 de marzo de 2000 afrontaría su World Tour 2000. En mayo continuaría su gira con cuatro conciertos por Japón y Corea del Sur. El 2 de julio, cantaría junto a la soprano Renée Fleming y el director Valery Gergiev en el río Maas de Rotterdam tras el desenlace de la Eurocopa de fútbol de la UEFA. En mayo, los oyentes de una emisora de Reino Unido votarían a Sacred Arias como el Álbum Clásico del Año. El 6 de julio actuaría en la Estatua de la Libertad de Nueva York. Una caricia a su difunto padre. Las sopranos Sarah Brightman y Ana María Martínez, dos de sus secuaces.
Siglo XXI
En enero de 2001 interpretaría el personaje principal en la ópera L'amico Fritz, de Pietro Mascagni, cumplida en el Teatro Filarmónico de Verona. En marzo facilitaría el álbum clásico Requiem, con Renée Fleming, Olga Borodiná y D’Arcangelo.


En febrero 2003, con la mirada de la princesa Carolina de Hannover, Bocelli cantaría en el Grimaldi Forum de Montecarlo y junto a Carla Maria Izzo la ópera Madama Butterfly. En otro orden, en mayo Pavarotti lo citaría para un nuevo concierto de su Pavarotti & Amigos. En un acto benéfico privado para el Real Instituto Nacional de Ciegas, el italiano entonaría frente a la familia real británica.
En 2005, su puesta en marcha cubriría giras por: Portugal, Hungría, Noruega, Estados Unidos, Reino Unido, Italia y Alemania. El 2 de julio actuaría en el Live 8 de París.
El 5 de julio de 2007 regalaría un número inolvidable en el Teatro Del Silenzio junto a Kenny G, Heather Headley, Lang Lang, Elisa Toffoli, Sarah Brightman y Laura Pausini. En septiembre desaparecería Luciano Pavarotti, amigo, padrino musical y quien también lo instruiría en técnicas de canto. Duro revés para Andrea, que le obsequiaría el Ave Verum Corpus (de Mozart) en la Catedral de Módena, Italia.
En julio de ese 2007 Bocelli sacaría un álbum en vivo y DVD conocido como Vivere Live in Tuscany. Un concierto en alta definición que ofrecería estos temas, entre otros: Domani (de Ulpio Minucci y Tony Velona); Se La Gente Usasse Il Cuore (de Tony Renis); Mille Lune Mille Onde (de Francesco Sartori, Lucio Quarantotto, David Foster y Claudio Corradini) -cuatro de sus socios compositores-.
El 20 de julio sería su tercer concierto en el Teatro del Silenzio; en este caso para homenajear al cine italiano introduciendo su flamante álbum, Incanto, que incorporaría repertorios de amor napolitano de los años 50: Voglio Vivere Cosi, Funiculì Funiculà, Mamma, O Surdato Nnammurato, Vieni Sul Mar, Granada, Non Ti Scordar Di Me... Junto a los temas, un DVD con imágenes exclusivas, una entrevista con Bocelli en Nápoles y un vídeo musical de la ciudad italiana en la década de 1950.
En 2009 Bocelli atacaría Sudamérica. En Perú, atraería a más de 20 mil espectadores. República Dominicana, otro óptimo pasaje. Uno de sus sucesos más preciados, el 27 de mayo en Estadio Olímpico de Roma; final de la Liga de Campeones de la UEFA. Recitaría el himno oficial de dicho torneo...
El 31 de enero de 2010, en pleno desarrollo de los Grammy, la leyenda, Mary Blige y David Foster unificarían voces al cantar Bridge Over Troubled Water (de Simon and Garfunkel). Homenajear a las víctimas del terremoto en Haití de ese año, el fin de este evento.
Década actual
En enero de 2011 atracaría en Alemania -Munich, Berlín y Hamburgo-. Entre marzo y abril Bocelli retornaría a Sudamérica. Los espacios, Colombia, Argentina, Panamá, aquí asistido por la vocalista y animadora hispano-argentina Chenoa, Chile y Venezuela -Puerto Rico, Perú y República Dominicana con anterioridad-.
En febrero de 2012 ejecutaría en el Teatro Carlo Felice de Génova la novena ópera completa: Roméo Et Juliette (de Charles Gounod). En noviembre recopilaría el álbum Opera para Reino Unido e Irlanda, el cual agruparía 21 arias de ópera. La Donna È Mobile, Ingemisco, Celeste Aida (de Giuseppe Verdi), Recondita Armonia, Che Gelida Manina (de Giacomo Puccini)...
En marzo de 2015 se desplazaría a Miami Beach para conmemorar en un megaconcierto el aniversario 100 de la metrópoli. A los días, participaría de un agasajo a Stevie Wonder. El 30 de abril, para la apertura de la Expo Milano 2015, se emitiría por televisión un concierto del tenor...

Bocelli haria duetos con Ariana Grande, Nicole Scherzinger y su esposa Veronica Berti.

En febrero de 2016, Cinema pasaría el millón de copias vendidas. En abril, expondría una edición especial de este último álbum que incluiría: If (de la película Cinema Paradiso); Where Do I Begin? (de la película Historia de amor); No llores por mí Argentina (del musical Evita) -aquí con la cantante, actriz y bailarina Nicole Scherzinger en el Dolby Theatre de Los Ángeles-, etc.
En agosto de 2017 lo recepcionaría España. Las veladas en el Jardín Botánico de Cap Roig de Girona y en la Costa del Sol de Marbella, se sumarían a su vasto raid de capítulos por el continente. En septiembre, un contratiempo en Lajatico teñiría a sus seguidores de angustia y vigilia. Bocelli sufría un traumatismo de cráneo al aterrizar de su caballo -uno de sus hobbies-. A las horas aportaría tranquilidad al notificar en las redes sociales: "Quiero decirles que estoy muy bien. Fue una banal caída de caballo. Si no hay complicaciones, con toda probabilidad hoy dejaré el hospital".


En octubre de 2018 se lanzaría Sì, su decimosexto álbum de estudio. A 14 años del último álbum original -Andrea-, tres de sus doce temas serían: Amo Soltanto Te (de Tiziano Ferro y Matt y Ed Sheeran). If Only (de Luciano Quarantotto, Francesco Sartori y Mauro Malavasi), (la cantaría con la británica Dua Lipa). Fall On Me (de Ian Axel, Chad Vaccarino, Fortunato Zampaglione y Matteo Bocelli). De todo esto, Bocelli informaría en su página web de Facebook: "Finalmente, después de 14 años está listo un nuevo álbum pop con muchas canciones hermosas. El título, Sì. Muy simple".

Andrea y su hijo Matteo
Antes de su natalicio 60, tomaría parte en el Celebrity Fight Night Italy, un encuentro de caridad con múltiples estrellas en la Arena de Verona. Levantado en 2014 en señal de tributo al ex boxeador estadounidense Muhammad Ali, amigo de Bocelli, el Celebrity Fight Night Italy tendría como fin invertir el dinero recolectado en la Andrea Bocelli Foundation y el Muhammad Ali Parkinson Center.
En noviembre de 2019, Bocelli sacaría el álbum Sì Forever: The Diamond Edition. Un apéndice de lujo del álbum Sì, con cinco temas extras y la contribución de Ellie Goulding y Jennifer Garner. Previamente, en febrero irrumpiría por primera vez en Arabia Saudita.

En marzo de este 2020 se infectaría de COVID-19 junto a la esposa pa hijos. Tras sobreponerse, donaría plasma al Hospital Cisanello de Pisa para la investigación de la enfermedad. Sobre esto manifestaría el haber sido asintomático y su malestar por el desmesurado temor para con el virus. "Lo que no es normal es el comportamiento de quienes aún temen al COVID como la lepra y una nación que está de rodillas".
En abril, junto al pianista Emanuele Vianelli, Bocelli elevaría desde la Catedral de Milán Music for Hope: una plegaria musical con motivo de la celebración de la Pascua y para amenizar el aislamiento por el COVID-19. El Ave Maria (de Franz Schubert), el Domine Deus (de Antonio Vivaldi), el Sancta Maria, un aria de la ópera Cavalleria Rusticana (de Pietro Mascagni), el Panis Angelicus (de Santo Tomás de Aquino), y el himno cristiano Amazing Grace (de John Newton), formarían parte de la grilla programática de este concierto virtual difundido a través de su cuenta oficial de YouTube.

Estilo
El rango foniátrico del tenor lírico, una voz de mayor potencia y firmeza en su proyección, es el de tres octavas. Modelo del Classical Crossover -fusión de géneros y/o idiomas con la música clásica-, su orientación por la ópera y el pop lo castigarían con una excelencia de corto parangón en su clase. La noble laxitud musical con la que Bocelli se manejaría, le permitiría conectar esa voracidad compositiva cultivada gracias a su magnífico staff con una serie de instrumentos de disímiles calibres: flauta, saxofón, trompeta, guitarra, piano, arpa, acordeón, trombón... Persuadido de comunicar independientemente de la nula transversalidad entre la ópera y el pop, generaría una adorable modulación de voz de tipo políglota con su control del registro medio y profundidad en el agudo. En 1998, Céline Dion aseveraría: "Si Dios quisiera tener una voz para cantar, debe sonar mucho como Andrea Bocelli".

Patrimonio y currículum musical
Consolidado como uno de los músicos más acaudalados del planeta, la revista People with money calcularía en cerca de 60 millones de dólares las ganancias de su 2020. En lo referente al caudal total, rondaría en los 245 millones de dólares. Entre sus bienes se hallan restaurantes, equipo de fútbol americano, marca de vodka, línea de moda y perfume, etc.




Individual (sencillos): 27

Familia
En 1987, tocando el piano en bares trabaría alianza con Enrica Cenzatti. Casados en junio de 1992, concebirían dos hijos. En febrero de 1995 Amos; en octubre de 1997 Matteo. En 2002, se divorciarían civilmente. A la leyenda se le cedería la anulación matrimonial eclesiástica. Casi sin dilaciones, conocería a Verónica Berti en una fiesta en el municipio de Ferrara, Italia. Su mánager y pareja en la génesis, la desposaría en marzo de 2014. En 2012, darían a luz a Virginia. Residen en Forte dei Marmi, una localidad en la región de la Toscana.
El 30 de abril de 2000 fallecería el padre, Alessandro Bocelli. Para el 1 de mayo, Andrea vocalizaría en Roma delante del papa Juan Pablo II, regresando para el entierro. "Fue el día después de la muerte de mi padre. Una situación muy difícil. Llevaba dos días sin dormir, pero evidentemente alguien me dio esa fuerza".
Identificado férreamente con el dogma católico, aseguraría que el arrojo de la madre por avanzar con el embarazo a pesar de las advertencias de los doctores, le serviría de enorme inspiración a la hora de ajustar sus ideas antiabortivas.
Más laureles y nombramientos
- Premio ECHO Music para el álbum clásico Viaggio Italiano (1997) en la categoría Bestseller del Año.
- Una de las 50 personas más bellas para la Revista People.
- En 2000, Premio ECHO Music al Bestseller del Año: Sacred Arias.
- Se lo inscribiría en el Libro Guinness.
- Dos Classical BRIT Awards para Sacred Arias (2000): Álbum Clásico Más Vendido y Álbum del Año.
- Cuatro World Music Awards por ser el Artista Clásico Más Vendido en el Mundo y el Artista Italiano Más Vendido (2002), y Artista Clásico Más Vendido en el Mundo y Mejor Artista Italiano (2006).
- Dos Classical BRIT Awards para Sentimento (2003) en los apartados Álbum Clásico Más Vendido y Álbum del Año.
- En 2006, Bocelli recibiría del gobierno italiano el nombramiento como Gran Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana.
- En 2009, la condecoración Gran Oficial de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, por parte del gobierno de la República Dominicana.
- En 2010, se lo gratificaría con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood por su defensa del teatro.
- En 2015, Pier Franco Marcenaro, fundador del Centro del Hombre y de la Escuela de Espiritualidad, le conferiría a Bocelli el premio Arte, Ciencia y Paz.
