Steven Spielberg
Se dice que los genios son aquellos que le conceden al mundo innovaciones tan revolucionarias como a veces irrepetibles, cuando en muchos casos logran transformar ciertos estadios desfavorables en favorables. Son insaciablemente curiosos y decididos. Los apasiona, aun a costa de crueles sacrificios, perfeccionar su destreza sobre su materia. No dependen de las instituciones para instruirse. Son autodidactas. Ellos fijan qué, cómo, cuándo y hasta dónde empaparse de conocimiento. Viven sometiéndose a la autocrítica y la heurística. Se cuestionan con fluidez y se apegan celosamente a un esquema de ensayo y error. Obedecen a una raza muy especial. A una muy discontinua e impredecible.
Suscripto de alguna manera a tal postulado se halla Steven Spielberg. Spielberg personifica cabalmente cómo lo imposible puede ser posible al aprovecharse de ciertos rechazos y oposiciones inhalados en su etapa formativa. Guiado por su fogoso entusiasmo, la autonomía doctrinaria, y la severidad y empirismo, pilares de todo genio, se inmunizaría de las maliciosas fuerzas circundantes permitiéndose a su vez convertir lo que era adverso en provechoso... Así pues, iría infestando progresivamente su rol con luz, cámara y acción. Y como si de todo un proceso de edición se tratara, lo encuadraría al verse alcanzado por la bendición de una cultura mamada. La cultura Disney, sería esa piedra angular gracias a la cual este director grabaría desde su entrada en escena, y hasta hoy, de las más fecundas y heterogéneas superproducciones; superproducciones de las que asimismo se serviría la maltrecha industria cinematográfica de buena parte de los años 60 para avivar aún más su renacer. La biografía de Steven Allan Spielberg, todo un genio de película, arranca a continuación...
En 1961, ganaría un premio por la composición de la película Escape a ninguna parte; un bélico en el este de África durante la Segunda Guerra Mundial, de 40 minutos, y que anticiparía su lazo con este campo.
En 1964, es decir a los 16 años, escribiría y dirigiría su primera película independiente. Una aventura de ciencia ficción en la que criaturas extraterrestres irrumpirían en la ficticia ciudad de Freeport, en Arizona, para secuestrar humanos, animales y objetos -ya revelaría su interés por cuestiones sobrenaturales-.Titulada Firelight (Luz de fuego) y exhibida en un cine local, precisaría de un presupuesto de 500 dólares. Con un embolso de 501 dólares, Spielberg ganaba así su primer dólar.
Con la separación de sus progenitores, se mudaría con su padre a California. Aquí finalizaría la secundaria y organizaría su porvenir inmediato. Pero el horizonte no se avistaría permeable. La privada Universidad del Sur de California le negaría en tres ocasiones la admisión para la carrera de teatro, cine y televisión. Su promedio C -aproximadamente un 60 en nuestros estándares-, no impresionaría al comité encargado de evaluarlo, lo que redundaría en que tuviera que acudir a la educación estatal.
Paradójicamente, una vez inscripto en la Universidad Estatal de California, en Long Beach, la abandonaría. Priorizaría su flamante labor. El director de Universal Studios, Sid Sheinberg, lo incorporaría como pasante no remunerado pero incitándolo a elegir entre los estudios o el trabajo. No obstante, en 2002, a más de tres décadas, Steven Spielberg se graduaría.
El día que cumplía 22 años, con el estreno de Amblin, un cortometraje de 26 minutos que narraría una crónica de amor de la era hippie, Spielberg se traduciría como el director más joven de Hollywood -el nombre del corto lo usaría en 1981 para levantar con Kathleen Kennedy y Frank Marshall la productora de cine y televisión Amblin Entertainment-.
Cúspide
La apertura de los años 70 traería consigo la fama y la reputación para Steven Spielberg. Con esto, más estimulantes para un emporio fílmico ansiosamente necesitado desde el amanecer de los años 60. Las razones de ello: directores en su ocaso, estrellas retiradas, ejecutivos de estudios muy mayores y abstraídos del panorama de la época, relatos anticuados, escasa afluencia de espectadores, desaparición de importantes estudios, etc.
En 1971 dirigiría el decoroso telefilme de suspenso Reto a la muerte. Emitido por la cadena ABC, la trama se orientaría en la mortal persecución de un camión cisterna a un vehículo en una carretera aislada y desértica, luego de que este se le adelantara. Sencillamente excepcional el no divisar al agresivo camionero. En 1972, llegaría a las salas. Con el apoyo de la crítica, la gran pantalla se inclinaría ante esta promesa.
Incentivado por estas oportunidades, en 1974 Spielberg sacaría el drama Loca evasión. Dos jóvenes, un presidiario fugado de la cárcel y su cómplice esposa, intentarían recuperar a su hijo entregado por la ley en adopción...
En 1975, y bajo una ola de halagos que no cesaba, Spielberg introduciría Tiburón. Aquí el director tonificaría en semejanza a lo que desarrollarían colegas como George Lucas, William Friedkin, Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y Brian De Palma, la concepción moderna del cine estadounidense, ya asentado desde finales de los años 60 y conocido como el nuevo Hollywood o Generación de los 70. Este cine de tipo contracultural se estribaría en los siguientes vectores, entre otros:
- La invención de las superproducciones y los taquillazos con final feliz.
- La prevalencia directa y profunda de la mercadotecnia.
- La abundancia de rimbombantes efectos especiales.
- El surgimiento de la ciencia tecnológica de avanzada.
- Mayor injerencia de los directores y productores.
- Representación de temas hasta allí tabú como la violencia o la sexualidad...
- Renovación o deconstrucción de géneros del cine clásico estadounidense.
- La masiva y global difusión de tales superproducciones.
En 1977 Spielberg masificaría su agrado por los ovnis al presentar Encuentros cercanos del tercer tipo. Una noche, Roy Neary -Richard Dreyfuss- observaría en el cielo de Indiana extraños objetos voladores. Nublado por la obsesión de comprender lo visto, se distanciaría de su mujer -Teri Garr- y respaldaría en Jillian Guiler -Melinda Dillon-, testigo de los mismos sucesos. Juntos buscarían una resolución al acertijo. Pero no estarían solos: aparecería un contingente de científicos internacionales para investigar.
Amante de las viejas series de aventura de los años 20 y 30, Spielberg lanzaría en 1981 Indiana Jones y los cazadores del arca perdida. Harrison Ford protagonizaría al intrépido doctor Jones, un profesor de arqueología coleccionista de preciosas reliquias y al que el gobierno enviaría para capturar el Arca de la Alianza...
Clarividente y visionario, el genio retomaría en ese período con uno de los temas que más le fascina: el espacio y sus rarezas. Por eso, luego de concluir con el doctor Jones se abocaría de lleno y en tono accesiblemente hogareño a lo que para muchos sigue siendo su pieza maestra: E.T., El extraterrestre -un exótico marciano vagando por la Tierra-.
Esta obra -1982- resumiría la excelencia de Spielberg en términos de puesta en escena, prolijidad e innovación técnica. De una repercusión majestuosa, E.T., El extraterrestre se tornaría hasta 1993 como la película de más rentabilidad de todos los tiempos.
En 1985, El color púrpura. Este crudo drama social planteado en los albores del siglo XX, se concentraría en Celie, una joven afroamericana de 14 años embarazada del padre, y cuyo tormento se acentuaría con su entrega en matrimonio a un hombre que la esclavizaría y separaría de la hermana...
En 1989, Spielberg regresaría con la tercera parte de la saga por la que en 1981 se aclamaría a Harrison Ford. Indiana Jones y la última cruzada, ahora con Sean Connery, los nazis -nuevamente- y el Santo Grial de objetivo. Recogería de los fanáticos una alta aprobación.
En 1993 emergería Parque Jurásico. El filántropo y multimillonario John Hammond, cumplía su sueño de clonar dinosaurios y montar un parque temático y de diversiones conocido como Parque Jurásico en la isla remota de Nublar. Antes de su inauguración, un paleontólogo, una paleobotánica, un matemático y un representante de inversores, arribarían a la isla para analizar los ejemplares y las instalaciones de esta reserva. Sin preverlo, un ciclón tropical, frágiles medidas de seguridad, la codicia humana y el salvajismo de estos depredadores, los atacaría de súbitamente junto a otros integrantes del parque desatando así un infierno y destrucción.
El crédito y reconocimiento amasado por Parque Jurásico propiciaría la promoción de videojuegos, juguetes, parques temáticos y secuelas. Asimismo, Spielberg proseguiría con la tendencia de exportar dos películas al unísono -1989, 1993, 1997, 2002, 2005 y 2011-.
Parque Jurásico, que se extendería en 1997 con El mundo perdido: Jurassic Park, sin embargo se vería opacada muy pronto. La culpable: La lista de Schindler (1993).
La lista de Schindler aludiría al empresario Oskar Schindler -Liam Neeson-, un nazi penitente que alejaría de los campos de exterminio -Holocausto- a más de mil judíos polacos al refugiarlos en su fábrica de Cracovia. La congénita gracia, poder persuasivo y dinero, serían su bastión...
Capaz de conjugar una épica magistral con un desgarro inevitable, La lista de Schindler se acreditaría en 1994 siete Óscar: mejor película, mejor director, mejor guion adaptado, mejor banda sonora, mejor montaje, mejor fotografía y mejor dirección artística. Adicionalmente, siete BAFTA y tres Premios Globo de Oro -mejor película, mejor director y mejor guion-. El genio conseguía lo que inequívocamente se merecía, acabando así con el maleficio de no atravesar de tres previas nominaciones.
Spielberg debutaría con la productora DreamWorks.
En 1997, el drama Amistad. Una historia real, acondicionada en julio de 1839, en la que se expondría a un grupo de africanos apresados en la costa occidental africana y trasladados a Cuba para servir como esclavos en un barco. Revendidos en La Habana a dos españoles, se los embarcaría en una goleta llamada La Amistad con rumbo a los Estados Unidos. Atemorizados, se amotinarían y tomarían el control del navío de los españoles con el propósito de navegar hacia las costas de África, algo que no se materializaría, pues guardacostas de la armada estadounidense los detendrían como esclavos fugitivos para juzgarlos por sus crímenes...
En 1998 sería el turno de otro drama bélico: Rescatando al soldado Ryan; contextualizada en junio de 1944: desembarco aliado en Normandía, por la Segunda Guerra Mundial. De muy buena receptividad por lo descarnado de los combates, puesta en escena, y performance de sus actores, para 1999 Spielberg se abrazaría así a su segunda estatuilla de la Academia, la de mejor director.
En 2001 vendría A.I. Inteligencia Artificial. Tras un calentamiento global que a mediados del siglo XXI reduciría cuantiosamente los recursos naturales del planeta, germinarían unos robots llamados Mecas, humanoides aptos para imitar pensamientos y emociones. Ante ese déficit imperante de recursos, los humanos precisarían permisos de natalidad, muy difíciles de adquirir, por lo que crearían a David, un prototipo de robot de Cybertronics diseñado para parecerse a un chico y sentir amor. Su familia adoptiva y Teddy, un osito de peluche robótico, lo protegerían de un mundo singular y peligroso. ¿Qué ocurriría con David y la humanidad?
En 2002 Minority Report. En este policíaco de ciencia ficción, transportado al año 2054 y con Tom Cruise y Colin Farrell como dos de los protagonistas, un departamento de policía especializado en Washington D.C. conocido como PreCrimen, predeciría el delito, evitaría muertes y procesaría a sus causantes al atraer las alertas mediante la infalible tecnología de manipulación psíquica que practicaría con tres adolescentes con habilidades precognitivas, sanados de ciertos trastornos mentales. Sin embargo, un día este sistema se volvería una amenaza para algunos...
La otra de ese 2002, Atrápame si puedes. Con Tom Hanks y Leonardo DiCaprio como protagonistas, en esta comedia dramática y biográfica referida al raid delictivo de Frank Abagnale Jr., un estafador bancario y de identidades, se desnudaría cómo este (DiCaprio) acumularía millones de dólares simulando ser piloto de aeronaves, médico y abogado mientras sorteaba las garras de un acechante agente del FBI, Carl Hanratty (Tom Hanks), cualificado en los fraudes con cheques. Tras pagar su condena, hacia 1974 Frank Abagnale ayudaría a esta Oficina Federal de Investigación (FBI) a atrapar a los falsificadores más escurridizos del mundo.
Spielberg se meneaba en ese abanico de géneros sorprendentemente innatos, simples, tensos, explícitos, intrigantes, evasores, e ilusorios: del thriller al drama, del drama a la aventura, pasando por la ciencia ficción y las contiendas bélicas...
En 2005, con La guerra de los mundos Spielberg reincidiría en uno de los argumentos que tanto adora. Tom Cruise y Dakota Fanning encabezarían este elogiado trabajo de suspenso y ciencia ficción, inspirada en la novela de Herbert Wells de 1898. Ray Ferrier -Tom Cruise-, un trabajador portuario y divorciado de Nueva Jersey que un fin de semana recibía la visita de sus hijos, Rachel -Dakota Fanning- y Robbie -Justin Chatwin-, sería parte de un fenómeno que afectaría su vida para siempre: una enorme máquina de tres patas con seres extraterrestres asaltaría la Tierra, arrasando con todo...
En 2008 se estrenaría la cuarta odisea del mítico doctor Jones: Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal; esta vez pugnando por la Calavera de Cristal de Akator situada en un lugar lejano del Perú, en tiempos de Guerra Fría y con agentes soviéticos como rivales...
En 2011 sería el inicio de Spielberg en la animé. Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio. Tintín -Jamie Bell-, un periodista de gran curiosidad y tenacidad, y su leal perro Milú detectarían que en la maqueta de un barco comprado, (un Unicornio), se alojaba un secreto, un tesoro que debían investigar. Casi desde su posesión, Tintín se vería acosado por Ivan Ivanovich Sakharine -Daniel Craig-, un villano que finalmente le robaría el Unicornio. El héroe pelirrojo y Milú se unirían con el borrachín del Capitán Haddock para recuperarlo...
El argumento de la película estaría cimentado en tres cómics protagonizados por Tintín: El secreto del Unicornio (1943), El cangrejo de las pinzas de oro (1941) y El tesoro de Rackman el Rojo (1944).
En 2015 Puente de espías. Ambientada en pleno auge de la Guerra Fría, este thriller y drama histórico se centraría en los sucesos concomitantes a la detención y enjuiciamiento en Estados Unidos del acusado espía ruso Rudolf Abel -junio de 1957-, defendido por el íntegro abogado James Donovan -Tom Hanks-, asediado por la CIA para que rompa el acuerdo de confidencialidad entre abogado y cliente. Tres años más tarde, es decir mayo de 1960, el eje se fijaría en el incidente con el avión espía estadounidense infiltrado y derribado sobre la Unión Soviética. A raíz de estos acontecimientos, se suscitarían una serie de negociaciones entre ambos países, y con James Donovan como nexo.
En 2011, los Papeles del Pentágono se desclasificarían y publicarían.
En su vasta trayectoria, el genio intervendría como productor en otras filmaciones de gran notoriedad. Algunas de estas serían: Poltergeist: Juegos diabólicos, Volver al futuro I y II, Los Picapiedra, Casper, Hombres de negro, Impacto profundo, La máscara del Zorro, Transformers, Jurassic World, entre muchas otras películas.
Más allá de su vocación
Como buen judío, Spielberg regularmente se compromete con eventos de caridad para organismos asociados con la Segunda Guerra Mundial y la Fundación de Personas Justas, la cual destina fondos a programas judíos sumergidos en su mayoría en aquellos que rinden memoria al Holocausto. Es creador y a su vez presidente honorario de la Fundación Shoah, la cual graba y conserva testimonios de sobrevivientes y otros testigos del Holocausto.
Vida privada
En 1985, Spielberg se casaría con la actriz Amy Irving. Concebirían a Max. Se distanciarían en 1989. En 1991, desposaría a la actriz Kate Capshaw con la cual se conectaría en la película Indiana Jones y el templo de la perdición, de 1984 -Steven renegaría de esta película al apuntar que "no estoy contento; no hay un ápice de mis sentimientos"-. Ahijarían a Theo -sumándose a Mikaela, integrada de bebé-. Posteriormente gestarían a Sasha, Sawyer y Destry Allyn -hay un séptimo hijo, Jessica, del anterior matrimonio de la mujer-.
Patrimonio
De acuerdo a la revista Forbes, el ingeniero de la tira de videojuegos Medal of Honor y Boom Blox reúne una fortuna que rebasa los 3700 millones de dólares. Las ganancias de sus películas en todo el mundo, sin ajustar por inflación, excederían los diez mil millones de dólares, lo que haría de Steven Spielberg el director de cine con mayor recaudación de la historia. Aficionado al cómic, tiene una gran colección.
Más reconocimientos
En lo que refiere a las diversas condecoraciones de las que ha sido objeto, subrayamos:
- Medalla al Servicio Público Distinguido, de la Marina de los Estados Unidos, por su loable apuesta en Rescatando al soldado Ryan.
- El John Huston, de la Sociedad de Artistas.
- Logros de una Vida, del Instituto Estadounidense del Cine.
- La Medalla Nacional de Humanidades de los Estados Unidos.
- La Orden del Imperio Británico.
- El Premio Cecil B. DeMille.
- El premio en memoria de Irving Thalberg.
- Un BAFTA honorífico.
- Un León de Oro Especial...
- En el museo de cera Madame Tussauds de Londres, descansa una escultura en honor suyo.