Marcos Milinkovic

"Manos que trabajan, no son manos, sino alhajas". Así versa el apotegma que alude a la belleza y voluntad de operar con ellas. Si bien es cierto que lo peor de la humanidad se ha de germinar a partir de las manos, las más bellas bondades también suelen brotar de estas extremidades. Reúnen la capacidad de promover amor. Determinan el desarrollo de los infantes y menores. Independientemente de la cultura o contexto social, se presentan ante los demás comunicando con toda el aura de su expresividad y seducción. De hecho, el cerebro presta atención constantemente  a  las  manos ajenas  cuando de absorber información de ese semejante se trata. El dramaturgo y humorista inglés Edward Verrall Lucas, aseguraría que "el arte de la vida está en enseñar la mano". Quizás, debido a que como decía el filósofo Anaxágoras, los procesos del pensamiento humano se producen gracias a esta.
Si hay alguien al que le debe caber el sayo de Verrall Lucas, ese es Marcos Milinkovic. Sus manos  irrumpirían  en  una  disciplina  carente de su volumen. Sus manos se alzarían con un poder de  fuego  incondicionalmente  sofocante y  en  incalculables  casos  letal.  Sus  manos entrañarían esa flagrante y afortunada condena con la que habría de cargar el voleibol argentino  hacia  los  años  90  y  albores  de 2000.  
Capitán y opuesto -atacante-, de los más eficaces que ha visto el planeta, la FIVB -Federación Internacional de Voleibol- lo destacaría en el 2000 junto a Hugo Conte como uno de los 25 mejores jugadores del siglo XX. Resulta previsible entender, sobre todo con estos datos de color, porqué se lo llamaba killer -asesino-. En el período con la celeste y blanca, su cardinal aporte pavimentaría el camino para la obtención de la inaugural medalla dorada en los Juegos Panamericanos de 1995, el sexto lugar  en  la  Liga  Mundial  de  Mar  del  Plata 1999, el cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, la sexta posición en el Campeonato Mundial de Argentina 2002, entre otros logros y premiaciones de tipo grupal e individual con sus diferentes plantillas. Marcos Milinkovic, el explosivo, el impío, el paladín en los años 90 e inicios de 2000 del voleibol nacional, con ese par de manos celosamente subordinadas a la deliberada epifanía. Su aventura  da  comienzo  a  continuación...  


Llegaría un 22 de diciembre de 1971 en el barrio de San Martín, Buenos Aires, Argentina. Desde muy chico, Marcos se interesaría por los deportes, en  especial  el  básquet. A  los  17 años, por iniciativa de sus amistades probaría aquel con el que se encadenaría para siempre: el voleibol. Se matricularía en el Club Sportivo Villa Ballester. Allí combinaría las dos actividades hasta 1990, año en que lo incorporaría una de las entidades domésticas más influyentes: Obras Sanitarias. Una temporada antes, lo convocarían del seleccionado nacional juvenil. Disputaría el Sudamericano de Catamarca -arribaría a la final- y en 1991 el Campeonato Mundial de Egipto. El balance serviría de preámbulo para su futuro, pues consumado el evento en África lo reclamaría la mayor. Se avecinaba un extenso y lucrativo matrimonio entre el rubio de más de 2 metros de altura y el representativo argentino.


Legión Argentina

En  agosto  de  1991, Milinkovic  haría  su debut en el marco de  los  Juegos  Panamericanos de  La Habana. La tercera plaza no solo denunciaría lo óptimo del despliegue, sino incluso una sensación de esperanza de cara a los venideros y más pesados  desafíos.

En las semifinales Argentina perdería 0-3 ante Cuba; medalla dorada por cuarta vez. Por el bronce, los sudamericanos se desquitarían con un 3-1 ante Estados Unidos. 

Hacia 1992, se conseguiría la plata en el Sudamericano sub-21 de Guayaquil. Dignisima resistencia la que se le plantearía a Brasil en la final.


El Estadio Polideportivo Islas Malvinas, con capacidad para 6500 espectadores, sería el escenario donde se llevarían a cabo las acciones en el vóley

En Marzo de 1995, se desplegaría la XII edición de los Juegos Panamericanos. Mar del Plata, Argentina se encomendaría a la organización a más de cuatro décadas. El voleibol, empujados por Milinkovic, Pereira, Elgueta y el capitán Weber,  atraparía  la  primera  presea  de  oro en la historia del vóley nacional. Tras sacarse de encima a Venezuela en una tensa e incómoda batalla -3 a 0-, Estados Unidos, verdugo de Cuba, surgiría en la final. De manera épica, en el epílogo se recuperarían tres balones que sellarían la ecuación: De modo pírrico -3 a 2-,  la albiceleste festejaba entre abrazos y llantos el tan ansiado título.

Fabián Barrionuevo, Fernando Borrero, Jorge Elgueta, Sebastián Jabif, Christian Lares, Pablo Pereira, Guillermo Quaini, Eduardo Rodríguez, Alejandro Romano, Camilo Soto, Javier Weber y Marcos Milinkovic, los doce jugadores que compondrían aquel plantel. Daniel Castellani era el entrenador,  Jorge Bellendier el entrenador asistente, Carlos Medeiro el preparador físico, y Paco García, Leonardo Wiernes, Jon Uriarte y Marcelo Wuanes los del seguimiento estadístico
En el quinto set Argentina vencería a los estadounidenses. Parciales: 15-6, 15-11, 11-15, 8-15, 20-18. Con el marcador 18-18, Pablo Pereira salvaría una pelota que luego Milinkovic, que en ese torneo ocuparía puesto de central (bloquea y ataca), transformaría en tanto. Un ace de Pereira le daría a la Argentina el punto del campeonato. 
Por aquellos días, la entonces Confederación Argentina de Voley  y  la Federación Metropolitana convivían con uno de los capítulos mas beligerantes de la historia del vóley nacional. Ambos organismos pujaban por el control de la Liga y el reconocimiento de un ente sobre el otro.
Veinte años pasarían para que la selección se reencontrara con un título Panamericano (2015)...
Estos juegos le costarían al país alrededor de 130 millones de dólares.

Para 1998, en el Campeonato Mundial de Japón, el combinado tropezaría drásticamente. Descendería al puesto 11. Sin embargo, su insignia exhibiría nuevamente credenciales: era el atacante de mejor efectividad.
En las Ligas Mundiales de 1996, 1997 y 2000, Milinkovic sería el máximo anotador en las etapas clasificatorias. Ausente de 1990 a 1995, la Argentina se estrenaría así en la competencia.
Para la edición de 1999 compartiría el grupo C con Cuba, Francia y Portugal. La Argentina se internaría en las series decisivas pero no sin sudar en abundancia. No obstante, hacia la ronda final las fuerzas brasileñas e italianas supondrían demasiado. Mar del Plata, la sede, testificaba el sexto escalafón; algo que recién en 2009 se perfeccionaría.


 Argentina no derrotaba a la Verdeamarela desde los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996

En  septiembre de 2000, el killer se erigiría en la  figura  de  los  Juegos  Olímpicos  de  Sídney -MVP-.  Los  150  puntos,  la cantidad  más  alta de la competencia, reiterarían su inmutable fiabilidad en la red y el palpable grado de dependencia de una escuadra entera para con él. Una vez atravesada la sumamente complicada fase  de  origen,  el  gigante  Brasil  aparecería en  el horizonte  -cuartos  de final-. Su épico bloqueo sobre Dante posibilitaría resolver la llave y avanzar a semifinales. Lastimosamente, las caídas con Rusia e Italia, 3-1 y 3-0 respectivamente, dejarían a los latinos sin podio. Con la salvedad del bronce de 1988, Sídney significaría lo más noble en términos históricos para Argentina. Se clausuraba un 2000  muy  satisfactorio.

El 31% de los tantos argentinos en esas olimpiadas los marcaría Marcos Milinkovic

El Campeonato Mundial de 2002 se efectuaría del 28 de septiembre al 13 de octubre en el Estadio Aldo Cantoni de San Juan, el Estadio Ángel Malvicino de Santa Fe, el Orfeo Superdomo de Córdoba, el Estadio Delmi de Salta, el Estadio Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata, y el Estadio Luna Park de Buenos Aires

En el Campeonato Mundial de 2002, con sede en cinco de nuestras provincias, se armonizaría lo unipersonal con lo colectivo. La leyenda pagaría sobradamente su nominación para la promoción  de  la  cita:  se  vestiría  del  jugador más valioso y más anotador. Por su lado, Argentina se congraciaría con la más ambiciosa labor -sexto- después del bronce de Buenos Aires 1982. En la ronda de apertura, despacharía a Australia,  China  y  Portugal. En la  segunda,  a Japón,  Bulgaria  e  Italia.  El andar general y de su faro respondían a las expectativas. Ya en cuartos de final, lo sometería Francia 3-1. Acto seguido, barrería a Grecia 3-0. En el duelo por la quinta colocación, sucumbiría en tie-break con Italia.


Para las olimpíadas de Atenas 2004, los dirigidos por Fabián Armoa treparían a la quinta posición. Italia los frenaría 3-1 en cuartos de final. Sobrio papel si se considera que en la gira previa por Estados Unidos y Canadá emergerían ciertas dudas. La leyenda asistía con 129 puntos.
En 2007, Milinkovic jugaría sus últimos torneos: La  Liga  Mundial  de  Katowice, Polonia  -decimotercero-,  y  la  Copa  Mundial  de  Japón  -séptimo-.


Periplo por Europa y Sudamérica

En 1992, Milinkovic aterrizaría en el Livorno de Italia. Se mantendría por dos años. En 1995, Brasil fijaría sus ojos en él: lo incorporaría Cocamar Paraná. En 1996, se mudaría al Chapecó San Pablo. En 1997, al Olympikus de Río de Janeiro con el se metería en la final de la Superliga Brasilera. Infelizmente, se le escaparía a manos de su compatriota y amigo Javier Weber, por entonces en Sport Club Ulbra.
En 1999, se reasentaría en la península itálica. Se desempeñaría en el Sisley Treviso, uno de los cuadros más exitosos del viejo continente. Más allá de ganar la Liga de Campeones al doblegar por 3-1 al VfB Friedrichshafen alemán en la final, y la Copa Italia -3-0 al Gabeca Montichiari en la jornada definitoria-, un engañoso pobre nivel alteraría ese homogéneo concepto que el universo  vóley  profesaba  por  el  ídolo.

Para el 2000, recalaría en el humilde Asystel Milano. Aquí Marcos pergeñaría su revancha: desparramaría toda esa habilidad ofensiva al tripular a los suyos al subcampeonato de la Serie A1. Irónicamente, su ex equipo, Sisley Treviso, lo apartaría  de  la  cima. 


En 2003 lo repatriaría Brasil. Ahora el Unisul Sports Club de Florianópolis, ex Olympikus. Paso fugaz y de nimia relevancia. En 2004 emigraría a Grecia,  más  precisamente  al  Olympiakos,  de los más grandes en la República Helénica. Se granjearía la Copa CEV, la segunda contienda más deseada en Europa. En 2005, Puerto Rico: Plataneros de Corozal su destino. Para el 2006, otra vez Brasil.Jugaría en el Cimed Florianópolis.

Milinkovic en Plataneros de Puerto Rico (2005)

En 2008, La Unión de Formosa sacudiría el mercado de pases al anunciar el desembarco de Marcos. Los del norte del país se depositarían en la final de la Liga, la primaria de su existencia, para la cual se medirían con el Bolívar Vóley. El traspié -3-2- no desacreditaría la rica campaña del oriundo de San Martín en esta modesta institución.


En 2010 se lo cedería a Buenos Aires Unidos de Mar del Plata. En febrero de 2011 conquistaría el Torneo Súper 8 -batiría a UPCN San Juan Vóley y Bolívar Vóley en los cruces de cierre-.  

Con Buenos Aires Unidos de Mar del Plata  Milinkovic también obtendría los subcampeonatos de la Copa ACLAV (2012) y de la Liga (2012/13)

Un lunes de abril de 2013, con 41 años, se materializaría el retiro de Milinkovic en el cotejo más codiciado de la Liga: el de la final por el campeonato ante el reinante bicampeón, el UPCN  San  Juan  Vóley,  a  la postre tricampeón -3-0-. Para su lamento, el preparador Waldo Kantor ni siquiera lo incluiría en el banco de suplentes. Al respecto, el opuesto señalaría: "No fue un problema físico, sino una cuestión técnica. Más tarde publicaría en la red social Facebook: "Gracias, gracias a todos por estos maravillosos años que me permitieron vivir". 

En 2013 se iba una locomotora; una vigorosa y abrumante locomotora encargada de comandar al voleibol argentino durante los años 90 y principios del 2000. 

Entrenador

Tan pronto como se jubilaba, se integraría en carácter de colaborador en la selección guiada por Javier Weber. "Espero contribuir con la experiencia que tengo, ayudar a Javier a que el equipo de un salto de calidad y así ponernos entre los mejores del mundo. Falta para los Juegos de Río 2016, pero hay mucho para corregir. Lo principal a cambiar es la mentalidad",  declararía  la  leyenda.


En diciembre de 2015, con un certamen en curso, UNTreF Vóley notificaría la contratación de Milinkovic como conductor. Reemplazaría a Alejandro  Grossi.  Su  arranque,  el  9  de  enero de 2016. Los apadrinados por la Universidad Nacional de Tres de Febrero culminarían novenos, fuera de los play-offs, pero con un voleto para la Copa Argentina. En la instancia inicial, UNTreF Vóley borraría en un triangular a Alianza Jesús María y Pilar Vóley. En la sucesiva, lo propio ante La Unión de Formosa y PSM Vóley. Tales concatenaciones lo ubicarían en la final. Los neuquinos Gigantes del Sur serían el escollo. En condición de visitante, los pupilos de Milinkovic se impondrían 3 a 2. Primera estrella en la categoría para UNTreF Vóley. Bautismo soñado y acorde a su currículum para la leyenda nacional.


Para la temporada 2016/2017, el  inmediato  reto para el cuadro de Milinkovic sería la Copa Máster,  a  la  cual  accedería  por lo producido en la Copa Argentina. Los acotencimientos para UNTreF Vóley no se harían eco de los antecedentes. Concluiría cuarto. Pasada esa desilusión, tocaría la Copa ACLAV. Con un saldo de un triunfo y dos derrotas, lo eliminarían prematuramente. En la Liga, los números no alcanzarían para colarse en los play-offs. En la Copa Argentina, Obras de San Juan y Alianza Jesús María lo vencerían en la zona de semifinales. Otra decepción. Marcos se alejaba del cargo.
A mitad del ciclo 2017/2018, Juan Manuel Barrial partiría a Emiratos Árabes Unidos. Esto desencadenaría en la asunción de su predecesor, a quien previamente se lo asignaría manager deportivo, novedoso para este deporte. Vale aclarar que UNTreF Vóley se fusionaría con Club de Amigos. A través de dicho convenio, los porteños le cederían jugadores y parte de su staff técnico a UNTreF Vóley.  Con  la  ida  de  Barrial y la reposición de Milinkovic, varios nombres dimitirían. El simbronazo provocaría el ascenso de promesas de las divisiones menores. Bajo estas adversas circunstancias se afrontaría la Copa Desafío, pues no bastaría para pelear por el presudamericano. En ella, UNTreF Vóley abrazaría su segundo laurel en la élite: arremetería contra Libertad Burgi Vóley y Obras de San Juan -en sendos casos por 3 a 2-, los oponentes  en  la  semifinal  y  final.

A mediados de la temporada 2017/18, Milinkovic retornaría al club que como entrenador había sacado campeón...

Para 2019, UNTreF Vóley emitiría un comunicado advirtiendo que por deficiencias económicas cancelaba sus compromisos porvenir. Pese a ello, los directivos matizarían el panorama al alegar que "sostendremos el desarrollo amateur de la disciplina en nuestra universidad,  donde  hoy  practican  voleibol más de  300  chicos  y  chicas  de  6  años en adelante". 
En el afán por renovar esa adrenalina, el bonaerense se marcharía al Ajman de los Emiratos Árabes Unidos. Allí residiría hasta el 2020. 
En 2020, con una pandemia asechando, se establecería en la bellísima región litoral de Costa del Sol, en el sur de la provincia de Málaga, España, con los paisanos y amigos Walter Herrmann y Rubén Wolkowyski, ex glorias del basquetbol. El propósito de tal encuentro, crear una academia de entrenamiento formativo en la que mancomunadamente brinden, aun en la divergencia de ramas, su más vasto conocimiento. A causa del COVID-19, la idea yacía  demorada.

En 2021, la leyenda se volvía flamante instructor del CD San Pedro de España. Animado expresaría: "CD San Pedro me ofreció un proyecto muy importante. Tenía muchas ganas de empezar a trabajar. Quiero dedicarme 100% al voleibol".


En lo concerniente al descubrimiento de talentos argentinos en su área del campo, con crudeza apuntaría: "Se ha dejado de hacer detección. No se buscan opuestos. Cómo no vamos a tener opuestos; cualquiera tiene más de un jugador que le pega fuerte a la pelota. Nosotros no. Además, ninguno logró afianzarse al ciento por ciento en los últimos años. Es la gran deuda de nuestro vóley". 


Marcos junto a dos de dus hijos: Dunja y Luka.
Marcos, Luka y Jelena Milinkovic en 2010

Seno privado

Construiría familia con Jelena -hoy día ex esposa-. Traerían dos hijos -Luka y Dunja-. Juan Bautista, su tercero, fruto de otra pareja. En julio de 2017, una tragedia azotaría el alma del ex atleta:  Luka,  el  mayor,  fallecía  ahogado  en las  playas  de  Croacia -Mar Adriático- donde disfrutaba  de unas vacaciones con la madre y hermana. Aparentemente, el kayak que el pequeño de apenas 13 años manejaba se daba vuelta en un confuso accidente, ocasionándole una hemorragia, pérdida de conciencia, hundimiento  y  muerte.
En 2018, ilustraría cómo surcaba este momento: "Estoy tratando de reinventarme. No encuentro todavía la explicación ni el verdadero motivo de la vida. Lo único que tengo en claro es que soy un pibe de barrio, y que por el deporte hice una vida muy linda y sana, la cual me dio muchos amigos. Desgraciadamente, me tocó lo peor que le puede pasar a una persona". La iglesia, sus hijos y UNTreF Vóley se constituirían en ese refugio por el que lentamente Marcos iría levantando  cabeza... 


Más reconocimientos

En 2000, la Fundación Konex lo distinguiría con el Diploma al Mérito.
En 2010, se lo favorecería con el Premio Konex de Platino. 
En 2015, el multimedios Clarín lo honraría con el Premio Clarín a la trayectoria deportiva.


El 18 de septiembre de 2015 se le realizaría un partido  homenaje en  el estadio Luna  Park  de Buenos Aires. En el mismo jugarían argentinos contra brasileños (todos con su nombre y número en la camiseta). El resultado, 2 a 1 para los locales. A la ceremonia asistirían amigos y ex compañeros de la generación dorada de la selección y de sus equipos en Brasil, Italia y Grecia. "Esto es un sueño. Juntar amigos y compañeros de una generación que le dio alegrías al deporte y que puso al vóley entre los deportes más vistos de la Argentina. Que sea acá, en el Luna Park, donde vivimos tantos momentos lindos es la frutilla del postre", manifestaría entre  risas  y  llantos  Marcos  Milinkovic. 

La fiesta incluiría un partido de vóley entre los campeones del mundo de fútbol de 1986 y figuras varias del deporte (el basquetbolista Selem Safar, la jugadora de hockey Noel Barrionuevo) y del espectáculo...
Marcos estaría escoltado por su madre y tres hijos